Recuerdo, y me doy cuenta que...

Olvidé de decirte más de la mitad de las cosas.
Y hasta el día de hoy voy juntando palabras que quiero contarte.
Desde cómo entendí a este mundo cuando me lo contabas
hasta este segundo que se quedó sin poder hablarte.
Ahora quisiera no tener que aferrarme a este retazo de espera eterna
palpar la oportunidad de volver a abrazarte
y que todo el cielo tuviera otra explicación.

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